aula libre

Todos podemos aprender a ver el mundo, lo que somos, con ojos nuevos... y hacerlo posible.

9.1.10

¿Qué ser humano queremos?

Ante esta pregunta me salen, de forma ideal, un montón de respuestas positivas. Por otro lado, observo el los efectos de la Educación y la ingente cantidad de matices que aparecen según el énfasis que se ponga en el sistema de respuestas (sistemas educativos). Así, mientras los adultos podemos estar inicialmente de acuerdo en la pregunta no existe una respuesta única que asegure, haciendo uso de una ley de causa-efecto, de un resultado observable que podamos considerar esencialmente válido. Este modo de respuesta que podríamos llamar mecánica no funciona a modo de "qué tuerca para qué tornillo" porque aparece una diversidad de tuercas que encajan para el mismo tornillo, o todo tipo de herramientas que permiten ajustes insospechados. Podría darse el caso de necesitar toda una ferretería para ajustar un tornillo.
Y¿ qué ocurre si la cuestión no es esencialmente la respuesta? ¿Y si pudiéramos por un momento sostener la pregunta? Cuando hago este ejercicio me viene la imagen de mi pequeña sobrina de apenas tres años, me viene la imagen de mis alumnos, me viene la imagen de los adultos y los ancianos... y observo una diversidad y un potencial inconmensurable. Sin embargo, reflejan en la superficie manifestaciones cotidianas idénticas, con ligeros matices y acentos que podrían no distinguir sustancialmente a una persona de otra.
Llegado a este punto la pregunta es a qué llamamos ser humano.