Parece necesario analizar los datos que nos vienen dados por los informes internacionales. Compararnos con quien sea es un ejercicio de "mala educación" si observamos la educación como fenómeno complejo. Es preciso exponer con la misma nitidez la evidencia de las diferencias socio-culturales, familiares y del propio sistema educativo (en lo legal y en la práctica) antes de ofrecer los famosos listados.
Así me surgen varias preguntas:
1. ¿Qué indica que una sociedad valora a sus niños, su escuela pública y a su profesorado?
2. ¿Qué política hay hacia las familias?
3. ¿Qué criterios usan los legisladores para crear las leyes educativas?
Espero que cada uno pueda encontrar sus respuestas en este reportaje... y podamos compartirlas.